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Farmingdale era una apacible ciudad en algún lugar del centro de los Estados Unidos donde nunca pasaba nada, donde todo era tranquilidad...

GENCON 2014

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GOAL: The Match

El Juego de Futbol de Cartas Coleccionables

RESEÑA Sentinels of the Multiverse

Sentinels of the Multiverse es un juego de cartas cooperativo para 2-5 jugadores que te pone en la piel de un grupo de superhéroes...

martes, 13 de febrero de 2007

Crónicas de Rol .:la Granja de Playmobil:.





Con retraso, pero ya estamos aquí otra vez para relatar los acontecimientos que acaecieron en la última sesión de D&D (esta vez seriamente… o no).


Los antiguos escritos así lo relatan...

...justo después de que nuestros héroes descifrasen el enigma de la calavera, su mensaje les llevó hacia una trampa bien camuflada, en la cual cayó Krel el Chikitín. Sus compañeros poco pudieron hacer para salvaguardarle de semejante talegazo, básicamente porque los únicos que se habían empanao un poco del tema eran él y la druida, y ésta estaba liándose unos cigarritos de la risa para variar. Por suerte, la clemencia no había desaparecido (de momento) de entre los osados aventureros, y decidieron bajar con una cuerda al bueno de Clamoxyl con un poco de mecromina. Pero fíjate tú como son las cosas, que mientras iba pensando en qué tipo de tiritas iba a usar (si, lo se, el pobre es muy friki con lo de sanar, pero es lo único que le sale bien) vislumbra una entrada en la viva roca. Al subir con su compañero, le comenta al resto su descubrimiento, a lo que el enano Torrebruno responde empezando a saltar con el dedo en alto diciendo "dejadme bajar a mí, porfi, porfi...". Como al resto le da un palo que te mueres dejan que baje. Tras un par de patadones y unos minutos de demora, aparece llorando pidiendo ayuda porque alguien le ha puesto una estantería muy pesada adrede. Corian el hechicerogitano (que en el fondo es un poco gaylor) no puede soportar ver llorar a su amigo y baja a ayudarle. Al cabo de un rato aparecen con unos potingues y la varita de Potter que se han afanao del cuchitril de joe ese. Los demás con la envidia que les corroe se bajan a cuscusear, aunque solo queda fulaña varia.

Bien, con Chikitín más despierto después de un par de flipendos de la varita, nuestros héroes deciden que hay que hacer un campamento (normal, a las 2 del mediodía te puede pillar la noche ).

Como va siendo la hora de la teca, hay que ir a cazar algo. Y, claro, los más indicados para dicha tarea son el semiorco mediomuerto y la yonki. Al cabo de un rato, mientras el resto acampa y Corian el gitano gaylor recoge bayas y flores, vuelven los dos compañeros con un colgao que se han encontrado por el camino.

Por supuesto, es resto del grupo se mosquea bastante, eso de coger cosas del suelo es caca! Dicho colgao resulta ser Cudeirín, el amarillo con problemas de cleptomanía. A la gente le da malrollismo, pero Corian decide aceptarlo en tan dispar compañía (le hacía gracia eso de que lo llamase general Tani). Pero la discordia empezaba a reinar entre la compañía, la gente estaba hasta los mismísimos de pillar sin saber de que iba el tema y pedían explicaciones a Corian, el cual siempre se escaqueaba con su ya famoso ‘jaaaaaaaaaiii payo rabuo, deja de burchalme con esa mielda’. Pero cansado de tanta insistencia accedió a contar la movida. Esa misma noche, alrededor de la hoguera les contó una historia rarísima sobre un enemigo y un sitio que quería ir y no se cosas más. Nadie se enteró de nada, les sacó por lo menos 20 leuros a cada uno y encima se quedaron todos tan contentos.

A todo esto, como el que no quiere la cosa, Cudeirín, que había estado haciendo unos movimientos muy raros por debajo del abrigo, se levanta y dice que tiene que ir a hacer pis. Claro, el resto, con esa mirada sucia que les caracteriza, no se creen una sola palabra del amarillo pervertido. Al final deciden que le acompañe chiquitín. Mientras los demás esperan pasando el rato tan honradamente, al cabo de unos minutos aparecen corriendo los dos compañeros y un pedazo de pajarraco se marca un vuelo rasante por encima de sus cabezas.

A la orden de ‘jaaaaaaaaaiiiiiiii’ de Corian lanzan entre todos una serie de flechas, piedras, balas y kamehames suficientes para ventilarse a un dragón rojo, siendo el hacha de batalla enana la que se lleva el premio al objeto más apropiado para lanzarle a un pajarillo. Por supuesto, ninguna le hace na.

El suceso había sido escalofriante, y decidieron volverse al agujero de la calavera a esconderse durante la noche (bueno, todos no, la druida se fue a pillar a las casas baratas, que se había quedado sin temita).

Pasaron un par de días sin percance alguno, y sin rastro del pajaruelo. Al anochecer del segundo día, de vuelta al camino principal vislumbraron el primer edificio en días. Era una granja, pero desde lejos rezumaba malrollismo. Cudeirín, que hasta ahora no había hecho nada aparte de sus tocamientos impuros, se ofreció para ir a echar un vistazo, ya que era un experto en lo tocante al voyeurism… digo al sigilo.

Mientras el amarillo se acercaba a la puerta principal, el enano, que no podía estarse quieto, se marcó un par de croquetillas y se puso agazapado cual swatzeneger en predator tras los arbustos. Tras esto, se sucedieron varios minutos en los que entre el amarillo ye el enano se mantuvo una de estas conversaciones a base de gestos como en las pelis de guerra rollo ‘vosotros por detrás…’ la mar de absurda. Al cabo de un rato, torrebruno les dijo al resto del grupo lo que había visto cudeirín. La jodía granja estaba llena de cadáveres, alguien o algo se había pasado por el filo de la espada a una familia entera.

Mientras el amarillo se metía a inspeccionar el interior de la casa, el enano no aguantó más y siguió sus pasos. En el momento en el que uno entraba el otro salía por al otra puerta (momento memorable). Como los demás estaban cagaitos, se esperaron a que cudeirín acabase de mirar el granero, último lugar por inspeccionar, y aquí el colegui se cubrió de gloria. Ante la mirada atenta de todos sus compañeros, el gran Cudirín se puso a intentar prenderle fuego a un puñao de paja con yesca y pedernal (total). Los demás no esperaron más y se acercaron por fin. Aquí es cuando se separaron.

El primer grupo, el cual se adentró en la casa lo formaron chiquitín, torrebruno (el cual ya estaba dentro), clamoxil y cudeirín.

El segundo el hechicerogitano que más tarde se reuniría con la hierbas que iba a su bola.

Al ratillo de estar chafardeando, Corian escucha una malvada voz que reconoce muy bien, y en ese momento la cicatriz de su frente empieza a arder. Al mirar a lo lejos, entre los arbustos estaba los Voldemort el pajarero, con un esbirro y el pajarraco del otro día. En ese mismo instante, mientras lee un pergamino con no muy buena pinta, el pajarraco salta de su hombro transformándose en un pequeño diablo volador que al instante desaparece. En ese mismo momento empiezan a surgir del suelo unas esqueléticas garras y los cadáveres de los muertos empiezan a cobrar vida. En esos fatídicos momentos, le vino a la mente a Corian aquellas palabras de su maestro…’te imahina k ahora aterriza aki un onni…’

Al mismo tiempo, dentro de la casa la situación es parecida. Los muertos se han levantado y nuestros héroes por fin se encuentran en su elemento, el saja-mata.

No les ha dao tiempo a levantarse que ya tienen encima un hacha de 3x3, a un semiorco en estado de ‘me aprietan los calcetines’ y a un clérigo cantándoles el ‘europe livings a celebration’. Las hondanás de hostias van servidas.

De mientras, fuera lo han visto claro: quedarse=pillar cacho. Para dentro romerales, y pateando que se van para la puerta de atrás. Sin dejar de mencionar el momento en el que a nuestra amiga la hierbas se le despertó la vena psicópata y de un solo lanzazo clavó en el suelo la cabeza de un zombi por el camino.

Una vez todos dentro la situación se complicó. En medio de toda la tangana, apareció el diablillo y se tiró sobre Corian. Ante la impotencia de éste, el infernal ser le afanó la medalla con la foto de la familia (el papar, la mamar, la sole…). No lo iban a dejar escapar tan fácilmente. El pobre animalito se salvó en el último momento desapareciendo ante la mirada de los presente, mientras la katana de cudeirín bajaba sentenciadora.

Saliendo para intentar perseguir a la invisible, pero sangrante, criatura vieron como ésta caía abatida a los pies de su amo. En ese instante, la magia de muerte que había hecho levantarse a los muertos expiró, y estos se deshicieron en polvo.

Mientras lord Voldemort cogía los restos de su diablillo (y el medallón gitano, no hay que olvidarse) y desaparecía de la vista de nuestros héroes ante su desesperación, el esbirro aprovechó para hacerse unas brochetas con cada incauto que intentaba salir de la casa.

Con una llave kunfuteka, cudeirín redujo al susodicho esbirro, el cual apresaron para posterior interrogatorio, no sin sufrir la baja de chiquitín (que ya suele estar más rato inconsciente que consciente). Menos mal de la varita de potter y la mecromina de clamox.

Nuestros héroes buscaron desesperadamente a voldemort, pero solo encontraron el cuerpo sin vida del diablillo.

Este había huido, y con el medallón del papar….

lunes, 12 de febrero de 2007

Crónicas de Rol .:: El Anillo - 1ª Parte::.


Sed bienvenidos de nuevo, viajeros de las tierras de Castilla, que aprovechando esta breve parada en "La Posada Tranquila" yo, el Padre Bernardo Espino, os contaré como un grupo de tres ha llegado hasta estos parajes. Esos tres adaces aventureros son conocidos como Etienne Lacroix, un montaignes mas fino que el filo de un florete; Vasily Lacroix, que apesar de su apellido montaignes es ussuro tanto en su aspecto como en sus modales; y un servidor, un cura fervientemente dedicado a nuestro dios Theus y a otros quehaceres mas mundanos.

Como bien sabeis todos, nos encontramos en el año 1668 de nuestro Señor, y las tierras de Castilla siguen enzarzadas en una larga guerra con la siempre altiva Montaigne. Por razones sin importancia que no viene al caso mentar, nos encontrabamos luchando en encarnizadas batallas defendiendo el estandarte castellano cuando nuestro superior, el noble Julian de la Vera, nos propuso un trabajo a priori sencillo y a la vez bien pagado. Sospechando gato encerrado, pero atraidos por el dulce sabor del opulento dinero, aceptamos tal empresa con mas precaución que entusiasmo.

Para confirmar nuestras sospechas sobre tal encomienda, topamos con un chismoso acechando entre la maleza que escucho toda la conversa, poniendo pies en polvorosa al percatarnos de su presencia. ¿Quien será ese rufian esquivo que con tanto interes escuchaba tan simple mision? Nuestro objetivo era sencillo. Llevar una lujosa alianza hasta Ciudad Vaticana, capital del imperio castellano, donde nos esperaria el acaramelado hijo de Julian para entregar el anillo a su amada. Si mas demora que la espera de la amanecida, partimos por las tierras castellanas entre arboledas y cañadas.

Pasaron dos jornadas de viaje y nuestras piernas ya sufrian la dureza del camino. Como caida del cielo aparecio una granja a la vera del camino, que a pesar de estar abandonada alojaba al menos una cabalgadura que apaciguaria nuestros doloridos pies de tan larga caminata. Nos acercamos a la granja con cierta precaución y yo, con la biblia en la mano, me dispuse a bendecir cualquier criatura de Theus que nos cruzaramos en aquel cortijo. Solamente un caballo pacia tranquilamente en aquella construción. El usuro, con mas curiosidad que delicadeza, se dispuso a subir a la segunda altura de la granja sin calcular que su peso amilanaria las maderas de aquella fina escalerilla. Con un generoso estruendo dió con sus huesos en el suelo destrozando la escalera y llamando la atención de una jauria de inumerables caninos con mas rabia que hambre.

Con los jadeos de los caninos en nuestras espaldas, la prioridad era subir a ese altillo cuya escalera de acceso era actualmente un amasijo de astillas, asi que tras unos segundos de indecisión fue el caballo nuestro único medio para alcanzar dicha altura. Pero ponerse de pie en una montura viva, siendo presionado por cientos de gruñidos atenazantes no es tarea facil y a pesar de que Vasily y yo mismo subimos con premura, fue el fragil montaignes el que encontró mas dificultad para realizar tal proeza física. Con los canes enloquecidos a pocos centimetros de distancia, Etienne consiguió alcanzar esa segunda planta salvando su coqueto traje de las fauces de esas bestias.

El firme en el que nos encontrabamos estaba en un lamentable estado y entre las maderas del suelo se podia vislumbrar esa nube de colmillos, babas y pezuñas que nos esperaba abajo. El fragil y ligero montaignes decidió acercarse a la ventana buscando una posible via de escape, pero vió ceder bajo sus pies mas de una madera del suelo. Tanto Vasily como yo, con 5 veces mas peso que nuestro liviano compañero de viaje, desestimamos esa via de escape. Ante esa desesperada situación y tras enconmendarme a Theus, yo, el Padre Bernardo Espino eché mano a la despensa que se oculta bajo mi sotana encontrando una butifarra para distraer a la maraña de enemigos. Lanzé el embutido con tal precisión y maestria que, a modo de boomerang, cayó fuera de la granja trazando un efecto inedito hasta la fecha.

Los perros se lanzaron enloquecidos hacia aquel exquisito manjar, momento que aprovechó Etienne, el montaignes, para llamar al caballo y caer sobre el al mas puro estilo de los mosqueteros de su majestad. Extrañados por la pasividad del equino ante tales fieras, el montaignes aprovechó el relajado momento para bautizarlo y que mejor nombre que Keanu en honor a un actor bastante popular en los corrales de comedias de la época, famoso por su expresividad facial. El audaz Montaignes azuzó a Keanu escapando de aquella estancia raudo y veloz atrayendo a los perros con el y librando al Cura y al Usuro de todo peligro. Siguió la persecución entre caminos y cañadas mientras los canes recortaban distancia peligrosamente.

Al cabo de un trecho, un puente quebrado por su parte central apareció en el camino del montaignes y su montura. Decidido a saltarlo para evitar a los enfurecidos perseguidores, encarando tal escollo con mas entusiasmo que habilidad y no consiguiendo superar la brecha. A pesar de que el montaignes se agarró en el ultimo momento del otro lado del puente, nuestro apreciado Keanu cayó al vacio dedicando a los presentes su ya mítica cara de poker que tanto entusiasmaba a los que lo recuerdan.

Tras reencontrarnos con Etienne, y velar la ausencia de esa entrañable criatura equina que nos salvó de semejante escollo, reemprendimos el camino hacia Ciudad Vaticana mientras recordabamos a Keanu en todas nuestras plegarias. Atardeciendo aquella agotadora jornada, topamos con un alojamiento de nombre esperanzador, La Posada Tranquila. Aunque mas que tranquilidad fueron excelentes placeres mundanos los que pudimos disfrutar aquella noche. Un excelente vino castellano, una opulenta cena e incluso, para algun afortunado cuya identidad no desvelaremos, los excelsos plareceres de la carne. Que Theus me guarde en su seno.

Pero no todo fue descanso y diversion en aquella posada. Susurros montaignenses desvelaban la importancia de cierto anillo. ¿Tendrá algo que ver con la alianza que llevabamos a aquel desconocido enamorado?. En uno de mis diversos paseos por las estancias de aquella fonda, cruce la mirada con un individuo familar. Mi deteriorada materia gris no reaccionó hasta unos instantes despues cuando caí en la cuenta de que aquel huidizo personaje no era otro que el indiscreto oteador, que nos espió la primera noche de nuestras andanzas. Tras localizarle en una de las estancias de la posada, y afinando el oido para escucharle, una sorpresiva frase salió de su garganta: "Tengo que conseguir ese anillo sino quiero perderla. La quiero." ¿Quien es esa dama que tanto ama? ¿Porque necesita el supuesto anillo?.


Estos desconcertantes interrogantes esperan ser desvelados en futuras crónicas cuando estos tres audaces viajeros consigan llevar a buen puerto su misión, o no...


Foto de Keanu momentos antes de caer por el precipicio:





domingo, 4 de febrero de 2007

Cronicas de Rol: 5 trolls le pegan a un chihuahua

















Weno, después de bastante tiempo sin jugar a rol, ayer por fin nos desquitamos un rato. Aunque realmente no se si se le podría llamar jugar a rol a lo que hicimos, más bien fue una especie de reunión de alcohólicos hiperactivos. Señores, si creían que era imposible superarnos, lo conseguimos, aparte de las xibecas reglamentarias de cada finde, botellaca de orujazo griego!!!.

Sencillamente brutal. La orden del kretaraki está orgullosa de haber adoptado a 6 nuevos adeptos. Coñas aparte, no me he reído tanto hace tiempo, estuvo mazo de divertido.

Aparte del tema de los grados, haremos un pequeño resumen de lo acaecido.

Tras una semana de conspirar y planificar una muerte masiva para todos mis jugadores, como master novato, voy y me encuentro con lo menos esperado. Mis jugadores son unos bestiajos azotabichejos. Os voy a denunciar a la sociedad protectora de leucrones, pobres animalitos. No conseguí pelarme a ninguno, que decepción. Ahora voy a tener que seguir escribiendo más historia, mamones!!!

Weno, al tajo. Todo comienza con unos intrépidos aventureros, algunos no demasiado convencidos de su motivo para ir de aventuras. La incógnita marca su destino, dejando al hechicerogitano Corian como único poseedor de información.

Pero eso les da igual, porque no se interesaron demasiao por la cháchara y el parloteo. Ellos querían cañadespaña, y la tuvieron.

Las guardias se sucedían en medio del bosque, mientras el resto dormía, cada uno hacía su guardia, pensando en sus movidas, currándose el temita. Pero en la guardia de Ielenia 'la hierbas' pasó algo extraño. Un sonido horripilante desgarra la noche. Qué era ese espantoso sonido...era ¡no, horror! ¡un niño!¡¡¡AAAAAARRRRGGGGHHH¡!!!!! un vampiro, un lobisome, vale, pero un niño era demasiado!.

La hierbas, como llevaba una fumada encima que no se aclaraba llamó al hechicerogitanomarabú para que le acompañara a ver k pasaba (huy, huy, k miedito...). Y entre las dos mentes privilegiadas decidieron despertar a alguien más tochete por si habían oxtias (noooo, la comadreja no...). Y despertaron a 'Chikitín', el bárbaro intelectual. Una vez estaban preparados, acordaron dejar a alguien al corriente mientras se piraban de rave. He te aquí al gran Clamoxíl, ambulanciero profesional, el cual se quedó sacándose las burillas mientras el enano
Torrebruno roncaba sin parar.

Una vez llegaron al origen del sonido, apareció el artista invitado del capítulo de hoy, el pobre 'leucroncín' y su mamá. Antes de k nadie reaccionase, ya estaba mr. Corian intentando introducirle un flechazo x el esfínter al chuchín, mientras la hierbas electrocutaba a su madre y el bárbaro se cargaba a la pobre cría azotándole con la tabla de planchar k llevaba x espada.

De mientras, en el campamento, el grupo de los estresaos reacciona, Clamoxil decide acabar con su aburrimiento y despierta a Torrebruno. 'No puede ser k los otros se vayan de fiesta y nosotros no' le dice el cérigo al enano. Y tras esto salen x patas, había k recuperar los cubatazos d ventaja k les llevaban los otros. Por el camino, se encontraron al chucho de la hierbas, el cual les condujo a la party. Al llegar allí, el enano no había colgao la chaqueta en el guardarropía k va y decapita a la pobre madre acorralada. Aún con la cara de flipe, el weno de clamox se acerca a chikitín pa darle mecromina, ya k como mínimo el tano y el borrico pillaron un poco (k triste d verdad, en la próxima sesión un dragón lo menos...).

Bien, las heridas se cerraron y los días de viaje siguieron. Nuestros amigos continuaron en sus trece d pasar de hablar con sus compañeros. Iban caminando trankilamente, a lo k a todo esto la hierbas le vió algo raro a unas rocas. Nadie le quería hacer caso, y el enano menos, pk sabían k era una fumeta y se lo había imaginado.

Al final accedieron a acercarse. Al llegar allí vieron como era una flipada de la druida, eran unas simples rocas en forma de clavera humana sonriente, como las de toda la vida, vamos.

El enano muy fisgón, se encontró un grabado en la roca k habría hecho alguna pareja moñas al venir a pegarse el filetazo a la pradera. Y al fantástico grupo no se le ocurre otra cosa que intentar encontrar el fucking código davinchi del grabado de marras.

Y aquí llegó la sublimación (tanto real como en la partida). 6 personas diciendo paridas sinsentido durante un montón de rato sobre calor, pasos y similares. El mejor momento para cualkier master (BWAHAHAHAHA!!!!!). Al final, entre la hierbas y el chikitín, sacaron algo en claro, y, como no podría ser d otra manera en semejante grupo, va y descifra el acertijo el semiorco lerdo (pacagarse). Éste camina 3 pasos hacia el sur desde el ojo derecho de la calavera y se cae por una trampilla pegándose un soberano talegazo. Mientras los demás se descojonan de la leche k sa dao, el bueno de clamox se digna a bajar con una cuerda a rescatarlo. Pero mientras baja, ve algo...

Weno, hasta aquí puedo leer. Así sucedió y así se lo he contao. La partida estubo divertida, pero cundió muy poquito. Conclusión:

Prohibido el alcohol en las partidas de rol a partir de ahora (nos truscamos luego xD).